La sequía del verano nos tenía preocupados, el agua es un bien escaso y necesario para la salud de la naturaleza y el desarrollo natural de las cosechas. Esta vez las lluvias han venido acompañadas por una bajada importante de temperaturas. Los que notamos más estos efectos hemos dejado en el armario las blusas de tirantes a primera hora de la mañana para ponernos las de manga corta más una chaquetilla fina o pañuelo de cuello en el bolso, «no sea el caso que coja el primer resfriado de la temporada «. Pronto tendremos que hacer el cambio de armario y de despensa, sí, de despensa también.
El próximo cambio de estación no sólo nos reclama una manga más, sino que también nos pide un cambio en los colores de los alimentos que llevaremos a casa y es que el acercamiento del otoño es igual a la necesidad de rehuir de la alimentación refrescante del verano para acercarnos a una cocina que nos aporte más calor al cuerpo, la necesaria para prepararnos de cara al invierno. La naturaleza es sabia y sabe qué ofrecernos para mantener la salud física y mental en el mejor estado posible.
En esta época en que las hojas caen de los árboles y los paisajes cambian de color, nuestro estado anímico puede verse afectado por una tristeza que, acompañada por el retorno a las rutinas y las exigencias de la «vida real», puede ser muy dura de llevar. La alimentación que nos regala la Madre Tierra es el mejor preventivo para evitar entrar en el estado de melancolía en el que no nos queremos sumergir. Es tiempo de cosechas de manzanas, peras, naranjas y uvas, de calabazas, zanahorias, rábanos, cebollas, chirivía y nabos y estos alimentos son un bien tan preciado como la misma agua que nos cae del cielo cuando tenemos sequía. Aprovechar este regalo de alimentos naturales es de sabios, y como vivimos en una época en que la preocupación por la salud es la portada de infinidad de libros de rigurosa actualidad, vamos a hacer divulgación de ello para que estéis al día en las tendencias más saludables que nos aporta la información nutricional actual.
Especial Detox otoño: La Cura de la Uva
La Uva es la base tradicional de muchas dietas y ayunos, de hecho su maduración parece hecha expresamente para combatir el estrés que nos produce el fin de las vacaciones. La Cura de la Uva consiste en comer sólo este fruto durante unos días, os aconsejamos hacerla durante el fin de semana, ya que durante este periodo supuestamente sufrimos menos estrés.
El cuidado de la Uva es un tratamiento revitalizante, tonificante, depurativo y remineralizante, ideal para devolver el organismo a su estado más energético y saludable. Pondrás a tono los pulmones y el intestino grueso, que son los órganos más débiles durante el otoño. Sólo en caso de padecer diabetes es recomendable no ponerla en práctica, ya que los hidratos de carbono de rápida absorción no son recomendables para esta patología.
Recordad, nuestra mente también está influenciada por la calidad de los alimentos que ingerimos. Si comemos productos que producen reacciones extremas, como grandes cantidades de azúcar o alcohol, nuestras ideas y pensamientos correrán por nuestro cerebro sin orden, tendremos muchas dificultadas para consolidar los proyectos. Sólo con una alimentación saludable conseguiremos una vida equilibrada y feliz.
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